Cuando firmamos con orgullo cada una de nuestras cebollas, estamos adquiriendo un férreo compromiso con la excelencia en todo el proceso. Y es que, Aparici no solo garantiza la máxima calidad y frescura los 365 días del año, sino que también avala un servicio a la altura de sus productos.
Somos herederos de la experiencia y el saber hacer de una familia apasionada por el cultivo de la cebolla desde hace más de cuatro décadas. Un legado que supone todo un privilegio, pero también una gran responsabilidad que asumimos con la misma entrega y entusiasmo que nuestros predecesores.